Enderle Books
¡Oye
tú!
con
los
ojos cerrados y que dejas la injusticia y el sufrimiento de otros
que
sigan
sin
molesta.
¡Oye
tú!
con
las
manos sobre los oídos queriendo tapar con tu sordera
los
gritos y llantos de los que por hambre lloran.
¡Oye
tú!
con
la
boca sin lengua y que con tu mudez permites sin protesta
la
matanza
de
tanta inocencia.
¡Oye
tú!
que
invisible te crees y que pretendes esconderte de las obligaciones de la
vida.
No
te
engañes amigo mío,
que de
Dios y la conciencia esconderse jamás se puede.